Luz y oscuridad, parte I. Al principio de los tiempos, cuando la luz y la oscuridad aún vivían en equilibrio, un ser emergió de la luz. El ser celestial, en busca de compañía, creó otros celestiales cediéndoles una parte de él: su poder.
Vagaron por el universo creando obras de arte esfericas grandes y pequeñas con poca o mucha energía cósmica, polvo más o menos condensado, y cuerpos luminosos de diferentes tamaños.
Sin embargo, de la oscuridad también surgió un ser. Vigilaba entre las sombras y celaba por las creaciones de sus contrarios pues él no sabía crear.